viernes, 22 de diciembre de 2017

La Escala F de Adorno y los inicios de la ingeniería social


El proyecto iniciado por T. Adorno con su Escala F (con F de fascismo, con F de Frankfurt) da sus frutos hoy, 70 años después.

Algunas implicaciones metodológicas de la Escala F se suelen pasar por alto. Cuando nos referimos a la misma debemos recordar que estamos ante un test diseñado para detectar rasgos de personalidad, y más concretamente de lo que será definido en la literatura científica como "personalidad autoritaria" (por supuesto se trata de un constructo definido por los investigadores). El fin y el método del estudio poseen rasgos que fácilmente pueden invitar a rebasar los límites éticos de la ciencia, empezando por la libertad de pensamiento y de opinión. En efecto la metodología implica que quien administra los resultados podría usarlos para discriminar o criminalizar a los sujetos con resultados ‘indeseables’ en el test y padeciera los rasgos que Adorno definiera como propios de la “personalidad autoritaria”. Este peligro está latente en el propio modelo de estudio, tengamos en cuenta que el mismo asocia ideas en principio "culturales" (como la tolerancia/intolerancia ante la homosexualidad) con rasgos de la personalidad relativamente estables (la predisposición a la violencia).

jueves, 21 de diciembre de 2017

Reflexiones acerca del arte en la sociedad moderna.

"El arte no es para los museos sino para el hombre." 
J. Oteiza


El mundo de la creación en general, de la cultura y del arte, han sido absorbidos durante el último medio siglo por lo que se denomina cada vez con mayor naturalidad y sin rubor industria cultural o del entretenimiento. 

Ahora bien, dentro de la 'industria' cultural y artística distinguimos dos ámbitos o tendencias marcadamente diferenciadas: 
  1. la 'cultura de masas', que alcanza su mejor expresión en la llamada 'cultura pop'; y 
  2. la 'cultura de las élites', considerada como superior intelectual y socialmente, la propia de los sectores sociales más educados (cultivados) que quieren distinguirse de la vulgaridad de la cultura de masas.

Ninguna de las dos es propiamente una cultura artística o un Arte en sentido tradicional y clásico. La primera es un producto meramente industrial y por tanto carente de verdadera alma, tiene de cultural lo mismo que una lata de conservas pero de ningún modo puede encontrarse en ello algo artístico. 

La segunda categoría que hemos señalado es, por su parte, algo mucho más sofisticado y pernicioso, pues no se trata de un falso arte -como pudiera ser aquel que consistiera en la imitación repetitiva y formal carente de contenido y significado-, sino que es aquello a que pueden aplicarse en rigor los términos de contracultura y anti-arte. Topamos así una vez más con la inversión y suplantación -tan propia de la modernidad y la anti-Tradición- del arte verdadero y no con una mera imitación.

Como veremos a continuación esta distinción es análoga a la que estableciera Guénon entre pseudo tradición y contra-Tradición.

martes, 19 de diciembre de 2017

La impostura moderna del 'judeocristianismo'. Razones teológicas para afirmar su falsedad.


"Eternamente tuve el principado, desde el principio, antes del origen de la tierra.
Antes de los abismos fui engendrada; 
antes que los manantiales cargados de agua;
antes que los montes fuesen formados,
antes que los collados, ya había sido yo engendrada.
No había aún hecho la tierra ni los campos,
ni el polvo primordial del mundo.
Cuando formaba los cielos, allí estaba yo."
(Pr. 8:23-27)

"Yo mismo te engendré, como rocío, antes de la aurora."
(Sal. 110)

Ya hemos hablado en otras ocasiones de la falsedad que encierra este término que responde a intereses políticos, como es propio de la moderna neolenguaEn esta ocasión vamos a mostrar cómo la auténtica Tradición cristiana contiene dogmas fundamentales que resultan incompatibles con la falsedad herética que propone el moderno y judaizante término de 'judeocristianismo'. 

El término judeocristianismo encuentra su justificación en la idea cada vez más extendida de que los seguidores de la religión mosaica son "hermanos mayores en la Fe" de los cristianos. Esta idea, ya lo hemos apuntado en otras ocasiones va dirigida a socavar la Fe y la identidad de los cristianos, y muy especialmente de los católicos, pues otras ramas del cristianismo resisten de momento la influencia de esta campaña de confusión.