miércoles, 11 de mayo de 2016

El sistema de castas (I): origen, naturaleza y función.


"Ahora la opinión del sabio y la del ignorante valen lo mismo."
J. M. de Prada [1]


Si bien en artículos anteriores ya hemos hecho alusión al profundo desconocimiento y desprecio con que la modernidad se refiere al orden social propio de la sociedad tradicional, orden que suele denominarse un tanto genéricamente 'sistema de castas' (ver aquí), vamos a dedicar una serie de entradas a explicar cuáles son el origen y la naturaleza del ordenamiento social tradicional para tratar de restaurar en la medida de lo posible su significado y su valor así como mostrar la pertinencia de las mismas en cualquier sociedad que pueda ser calificada de normal, sean cuáles sean sus circunstancias geográficas, políticas o su momento histórico, lo cual incluye también a la pseudo-sociedad moderna si es que se pretende su re-enderezamiento. 

A la hora de abordar la lógica social tradicional hay que tener presente que nos enfrentamos a una problemática doble. Por una parte nos topamos con una incomprensión muy profunda por parte de la mentalidad moderna, incomprensión que nos atrevemos a decir es insalvable mientras se esté preso de la ilusión modernista y se compartan sus principales postulados: individualismo, laicismo y progresismo. Recordemos que tales postulados conducen a entender la sociedad no como un todo orgánico sino como una suma -arbitraria o negociada, poco importa- de partes independientes entre sí lo cual solo puede conducir antes o después a su disolución, y esto en el nivel individual como en el colectivo. Por otra parte, dejando a un lado esta incomprensión causada por los prejuicios modernistas, nos encontramos ante un segundo obstáculo: la inmensa 'leyenda negra' que, alrededor de la sociedad tradicional, ha elaborado la modernidad. El primer obstáculo es de índole intelectual, el segundo de índole emocional. 

En las siguientes líneas nos ocuparemos únicamente de dar razones que ayuden a superar el primer obstáculo y trataremos de mostrar y hacer comprensible la lógica que subyace al orden social tradicional.