sábado, 17 de mayo de 2014

Esoterismo cristiano: el Avemaría (y II)



Hemos visto ya cómo la oración del Avemaría contiene en su interior el Nombre de Jesús tal y como la Virgen María contuvo en su seno al mismo Jesús. 


Volvamos por un momento al esquema que presentamos para visualizar el sentido en que se mueven las dos partes de la oración de María: la salutación angélica en sentido descendente y la plegaria el pueblo de Dios en sentido ascendente. 





A partir de esta misma figura podemos construir otro conocido símbolo mariano, el anagrama de la Virgen, cuyo esquema básico es el siguiente:



A + M = Ave María

En este esquema las dos primeras letras de las dos primeras palabras de la oración, la A y la M, se entrecruzan formando un símbolo que fue muy frecuente en la decoración de altares, retablos y vestiduras de imágenes sagradas a partir del gótico. La A corresponde al ángulo ascendente -que representa el elemento Fuego como ya vimos y por tanto el Cielo- y la M se forma a partir del ángulo descendente. Encontramos aquí otra lección de teología expresada en una sola imagen pues el ángulo descendente que forma la M representa el elemento Tierra y el polo receptivo y pasivo de la manifestación, es decir a María misma, receptáculo inmaculado de la Gracia divina. De hecho el Santo Grial fue representado a veces como un vaso, lo que esquemáticamente se reduce a la letra V.

Este símbolo admite muchas variantes tanto en su decoración como en las proporciones que las letras guardan entre sí y su desarrollo como icono fue particularmente complejo en el barroco español. Pero, como ya advirtiera Guénon, el anagrama no presenta solo dos letras sino que es perfectamente posible interpretar que posee tres, y concretamente es así en sus más antiguas representaciones, a menudo labradas en piedra. Las tres letras serían la A, la V y la M -la V y la M se superponen-, lo cual da como resultado la conocida sílaba sagrada AVM, tanscrita a menudo como Ohm:


A + V + M = AVM



De este modo las dos primeras palabras que dan título a la oración, 'Ave María', 'alégrate María', contienen en sí la sílaba sagrada que representa el sonido primordial del universo. La sílaba Ohm, AVM, es la contracción, el resumen, de todo el Avemaría cristiano, lo que dicho de otra manera puede decirse así: la oración del Avemaría es la expansión y el desarrollo místico de la sílaba sagrada AVM, es decir, el Ave María ya se encontraba contenido en la sílaba primordial con que se formó el universo, conocimiento perfectamente congruente pues María es Madre de todas las criaturas

Desde luego no es descartable que la sílaba AVM fuera empleada como mantra en la edad media, no por influencia directa del hinduismo sino como invocación a la Virgen, un mantra mariano que era el resumen de, y contenía en sí, la oración completa. 

La oración del Avemaría era un secreto -contenido desde el principio de los tiempos en la sílaba sagrada- que ha salido a la luz. 


2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Hay alguna relación con el símbolo masón del compás y la escuadra? Se asemeja mucho.
Gracias
David

Dr. Ramsés dijo...

Saludos, sí por supuesto hay relación. Básicamente el simbolismo es el mismo: la unión sagrada de Cielo y Tierra; como también se relaciona con el simbolismo extremo oriental de la tortuga o el simbolismo arquitectónico de la bóveda.
No me voy a extender, simplemente diré que el círculo (o en su defecto el compás, que es el instrumento que lo dibuja) representa el Cielo y el cuadrado la Tierra (en el símbolo masónico sustituido por la escuadra).