viernes, 6 de marzo de 2009

Reflexiones sobre Hermes (III).

Otras caras de Hermes.

Dioses asociados a Hermes:
  • Lugus – deidad pancéltica (común a todos los pueblos celtas). Es el clásico trikster de la mitología (precursor del bufón, del loco y del aventurero), un dios aventurero y astuto. Representado en regiones y tradiciones muy distantes entre sí (América del norte, Siberia, África) por el zorro y el chacal por su astucia (J. Campbell). Otro símbolo propio de Lug es el lobo, símbolo de la noche, del inframundo, de la muerte e incluso de los cementerios. Veremos que esto le relaciona con la tradición de dioses cinocéfalos (con cabeza de perro). Por su relación histórica con pueblos indoeuropeos y su presencia hasta tiempo reciente con pueblos animistas (quizá vinculados a la Tradición Primordial) podemos considerarlo una deidad de claro componente chamánico, el lobo seria su animal de poder, su tótem.
  • Odín – parece tener atributos comunes: bastón, la guía y protección de viajeros.
  • Toth – dios del lenguaje, la escritura y la sabiduría.
  • Anubis – dios de las almas de los muertos. Se le representa con cabeza de chacal negro. Es con el que tiene mayor coincidencia. Los romanos crearon la figura de Hermanubis.


Debemos hacer notar que en numerosas tradiciones, probablemente en todas las indoeuropeas por lo menos, al perro se le atribuye el papel de 'psicopompos' o guía de las almas de los difuntos. Un recuerdo que ha quedado de forma grotesca en el mito del can Cerbero. Recordemos también cómo al héroe Odiseo, recién regresado a Ítaca, el primero en reconocerlo es su perro.

El hecho de ser una deidad de origen arcadio, zona proverbial de pastores, puede darnos alguna pista. El perro está asociado tradicionalmente a la labor pastoril. No solo es un animal rural y lejano a las necesidades y la forma de vida de la polis sino que presenta u innegable papel de ayuda, como protector y como guía.

Llegados a este punto el perro parece simbolizar a la perfección el doble papel de toda religión en su dimensión iniciática: como protección del fiel ente los peligros que acechan a su alma (recordemos que el perro es el animal fiel, símbolo de la fidelidad) y como guía del alma a un más allá salvador, lejos de los peligros y la condenación de los infiernos. El perro parece así una curiosa figuración del ‘maestro espiritual’ o del ‘maestro interior’ que nos guía en el camino iniciático hacia la salvación de nuestra alma. ¿Quizá por ello se produjo la asociación entre Lug o el primitivo Hermes arcadio con los cánidos? Esto debe ser estudiado en más profundidad. Quizá debiera verse una relación aún más particular con los pueblos pastores nómadas, para los cuales en efecto el perro es un animal de vital importancia, aunque esta relación carece de pruebas. Aunque el perro (y más aún el lobo) también puede ser por sí mismo un peligro. Vemos cómo posee un aspecto dual de ayuda y peligro, según sea su carácter salvaje o doméstico.



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Por último y a modo de sugerencia queremos recordar aquí el primer (o último) Arcano Mayor del Tarot denominado ‘El Loco’, la carta sin número, en la cual vemos a un peregrino o viajero al que sigue de cerca un perro. Una revisión particularmente curiosa de este Arcano la encontramos en el cuadro ‘El peregrino’ de El Bosco, también llamado a veces 'El hijo pródigo'. En el mismo vemos a un peregrino que parece defenderse con su bastón del acoso de un pequeño perrillo (que no parece particularmente peligroso) y que próximamente habrá de cruzar un puente. Todo puente salva de forma lógica un río. Todos ellos símbolos que vemos asociados de un modo u otro a Hermes, aquí bajo la forma simbólica de Hermanubis, guía del mundo inferior. ¿Es quizá el cuadro de El Bosco una representación del viaje del alma después de la muerte?



          



            

La carta de 'El Loco' -el Arcano sin número del Tarot de Marsella- y dos versiones 
de 'El peregrino' o 'El camino de la vida' de El Bosco. 

La primera versión que se muestra es el reverso de los paneles exteriores del conocido tríptico 'El carro de heno' en la copia conservada en El Escorial (Madrid), existe una copia muy similar en el Louvre.

La segunda versión es conocida en ocasiones como 'El hijo pródigo', se trata de un tondo independiente conservado en Rotterdam y que puede ser considerado una obra maestra del género, de carácter moralizante pero, como toda obra maestra, susceptible de varias lecturas... 



Y no deja de ser curioso que el Tarot haya recibido el nombre de ‘Libro de Toth’, que su origen mítico se remonte a Egipto y que su legendario fundador no sea otro que Hermes Trismegisto.


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