martes, 15 de abril de 2008

La guerra ha comenzado

Estamos en guerra, aunque no lo sepamos, desde hace mucho.
Nadie nos lo ha dicho. Es cierto. Pero no por ignorarlo estamos a salvo. Ignorarlo nos convierte en víctimas propicias. La ignorancia es el peor de los males. La ignorancia nos deja indefensos, nos debilita, facilita el trabajo al enemigo, nos deja en sus manos y le da vía libre para hacer de nosotros lo que quiere: esclavos.

Y es que esta es la condición de la vida moderna, la guerra, una guerra que semeja la paz. Una esclavitud que se disfraza de libertad.
Debemos reconocer la lucha primero. Al enemigo después. Y una vez sepamos dónde y quién es el enemigo tomar las armas. ¿Y qué armas serán esas? Nuestra lucha no es "contra sangre y carne", por ello nuestras armas tampoco serán las convencionales. Nuestras armas serán espirituales e intelectuales. Ellos han jugado a la guerra psicológica, no debemos caer en la trampa, nuestra resistencia será en primer lugar intelectual y espiritual. El Espíritu será nuestro mejor escudo y el Verbo nuestra mejor lanza. Divulgando el mensaje, tomando conciencia estamos luchando y resistiendo. Uno a uno formamos un ejército aunque aún no lo sepamos. Estamos unidos en el espíritu. Más pronto o más tarde el espíritu nos unirá y nos guiará en la lucha. Formamos un ejército aún sin forma, es cierto, pero es que acabamos de saltar a la arena, al campo de batalla. Y venimos de una larga serie de derrotas. Tantas que nos hicieron creer que no había porqué luchar o que la lucha era estéril y yerma. Pero nosotros sabemos ya que esos pensamientos son una herramienta más para aniquilarnos, para dejarnos hundidos en el sillón, para derrotarnos por adelantado, antes de luchar. Esa es su principal arma, la desconcienciación. La segunda es el miedo.
Como vemos es una guerra psicológica, donde las palabras son proyectiles envenenados. En estas condiciones la primera plaza de libertad y resistencia es nuestro pensamiento y nuestra voz y el primer escenario de lucha nuestro cuerpo. Si hablamos como ellos pensaremos como ellos. Si pensamos como ellos actuaremos como ellos quieren. La rebelión comienza en el interior, dentro de uno mismo.

lunes, 14 de abril de 2008

La lucha


"Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes."

Epístola del apóstol san Pablo a los Efesios 
(6,11-6,13)






En nombre del Único, del Todopoderoso, desde aquí imploramos su ayuda para que nos acompañe sin cesar y nos guíe en todas nuestras empresas.